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De donde vienen las papas fritas

de donde vienen las papas fritas

De donde vienen las papas fritas

Americano, canadiense, inglés, belga o francés. Hay muchos países que pueden presumir de ser los maestros de las patatas fritas.

Ya sea pescado con patatas fritas en Inglaterra, un plato de poutine en Quebec, filetes y patatas fritas en París, patatas fritas belgas con mayonesa o incluso una "patata frita gigante" en Estados Unidos, la humilde patata frita ha sido adoptada en muchos lugares.

A pesar del nombre común -y de que Francia ha dado al mundo muchos alimentos famosos, desde las baguettes hasta los suflés- las patatas fritas son innegablemente belgas, al menos para Albert Verdeyen, chef y coautor del libro Carrément Frites, que recorre la historia de esta preparación.

Verdeyen señala que, aunque los estadounidenses llaman a las patatas fritas en inglés, en realidad son papas fritas.


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¿Bélgica?
Cuenta la leyenda que las primeras patatas fritas se originaron en Namur, en la Bélgica francófona, donde los lugareños eran especialmente aficionados al pescado frito.

Cuando el río Mosa se congeló durante un frío invierno en 1680, la gente frió patatas en lugar del pequeño pescado al que estaban acostumbrados: así nació la patata frita.

En 2003, los belgas compitieron por llenar una cesta de 3,5 m de altura y 1 200 kg de peso con patatas fritas.

Los partidarios de esta historia afirman que esta ciudad belga no sólo es el origen de las patatas fritas, sino también de su nombre: los soldados estadounidenses destinados en la región francófona durante la Primera Guerra Mundial apodaron a las patatas fritas "French Fries", y así (aunque de forma algo inexacta) nació el apodo común.

Aunque Bélgica ha solicitado a la Unesco el reconocimiento de las patatas fritas como símbolo oficial del patrimonio cultural belga, hay quien sostiene que esta leyenda no es del todo cierta.

El Pont-Neuf, que cruza el Sena en París, se considera el lugar donde se vendieron las primeras patatas fritas.

¿Francia?
El historiador culinario Pierre Leclercq, profesor de la Universidad de Lieja, ha afirmado en un artículo que la historia de las patatas fritas "no es plausible".

En primer lugar, dice Leclercq, es mucho más probable que la leyenda, aunque tenga su origen en Namur, se haya originado en 1739 y no en 1680: después de todo, las patatas no se introdujeron en la región hasta 1735, dice Leclercq.

Pero aunque los habitantes de Namur tuvieran los tubérculos, dice Leclercq, es poco probable que los frieran.

El mapa que muestra el origen de los alimentos que consumimos
"En el siglo XVIII, la grasa era un bien de lujo para la gente de escasos recursos", dice, y explica que la idea de que los pobres desperdicien grasa en la fritura parece, por tanto, sospechosa.


Esta foto de la década de 1890 muestra a vendedores ambulantes de patatas fritas en París.

Leclercq no es el único que cree en una historia de origen diferente para las patatas fritas. Algunos, especialmente los franceses, se toman el nombre del plato un poco más literalmente.

Los defensores de las verdaderas frites "francesas" afirman que la primera forma de esta preparación fue el pont neuf, una patata frita que se servía en carros en el puente más antiguo de París, el Pont Neuf, a finales del siglo XVIII.

¿Cuántas veces hay que freír las patatas para que queden perfectas?
Por un lado, es difícil saber si las referencias escritas a las patatas fritas se refieren a trozos de patata frita o más bien a rodajas fritas en una sartén con mantequilla.

En su forma actual, y utilizando la técnica tradicional de la doble fritura para obtener una corteza perfecta y un interior tierno, las patatas fritas se mencionan por primera vez por escrito a principios del siglo XX en una guía belga titulada Traité d'économie domestique et d'hygiène (Tratado de economía doméstica e higiene). Para Leclercq, sin embargo, esto no es suficiente para demostrar categóricamente el carácter belga de las patatas fritas.

La poutine es una combinación de patatas fritas, cuajada de queso y salsa. Es típico de Canadá y su origen ha provocado disputas entre varias ciudades del país.

Un plato de todo el mundo
Pero quizás no sea la partida de nacimiento lo que importa a la hora de decidir quién reclama las patatas fritas, sino quién creó la versión más icónica del plato.

Para algunos, independientemente de su herencia francófona, las patatas fritas se han convertido en un producto americano, con un consumo medio por persona de casi 13 kilos al año.

Los belgas utilizan para sus patatas fritas una variedad del tubérculo originaria de los Países Bajos llamada Bintje.

En Canadá, sede de McCain Foods, el mayor productor mundial de patatas fritas congeladas, la poutine, una combinación de patatas fritas, cuajada de queso y salsa que se originó en la zona rural de Quebec en la década de 1950, se ha convertido en un plato nacional.

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En 1928, el New York Times declaró que el pescado y las patatas fritas eran "el perrito caliente de Inglaterra".


El pescado con patatas fritas es uno de los platos más populares del Reino Unido.

En un mundo en el que las patatas fritas suelen ser sólo un acompañamiento de hamburguesas, carne o pescado, o una base para la salsa y el queso, sólo en Bélgica son un alimento por derecho propio: tradicionalmente elaboradas con la variedad de patata holandesa Bintje, las patatas fritas se fríen siempre en sebo de vacuno (nunca en aceite) y se apilan en una bolsa de papel con una mancha de mayonesa.

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